El área Andina abarca desde Ecuador a Chile, está constituida por muchas culturas con una raíz común. Es una región de contrastes geográficos, caracterizada por una faja desértica costera y la imponente presencia de la cordillera de los Andes. El desierto es interrumpido por los ríos que bajan de la sierra, formando fértiles oasis que permitieron el establecimiento de grupos humanos, desde hace más de 15.000 años. El aprovechamiento eficiente de los ríos, a través de la construcción de terrazas de cultivos y sistemas de regadío permitió una mayor concentración poblacional, favoreciendo el desarrollo de grandes culturas andinas.
En el período Formativo (1500 a.C. - 100 d.C.), aparecen las primeras manifestaciones de una civilización Andina con el Horizonte Chavín, cuyo nombre proviene del sitio Chavín de Huántar, un gran centro ceremonial ubicado a 3200 m de altura, a orillas de río Mosna, afluente del Marañon, en la sierra, territorio puente entre la selva y la costa central peruana. La gran expansión de su cultura y estilo artístico, que abarcó desde Lambayeque por el norte, hasta el valle de Ica por el sur, se debió a la difusión de profundas ideas religiosas, caracterizadas principalmente por el culto al felino. Más tarde, cada región desarrolla procesos culturales diferentes y sus propios estilos de arte.
En el período Clásico (100 - 800 d.C.), se produce un fuerte desarrollo regional, se logran avances tecnológicos, arquitectónicos y artísticos.
Período Posclásico (800 - 1500 d.C.) en esta etapa surge el Imperio Wari-Tiwanaku, que se expande en los Andes Centrales, imponiendo nuevos patrones económicos, tecnológicos y urbanos. A su caída, en el 1100 d.C., surgen varias culturas regionales que más tarde van a ser conquistadas por los Incas.
La Cultura Paracas
Nacida en la costa del sur del Perú, se caracteriza por su cerámica policroma con figuras realistas de animales y seres humanos. Es especialmente notable por su industria textil, creando la técnica de pintura sobre tela, con motivos de felinos, caracoles de dos cabezas, aves y guerreros.
La Cultura Vicús, desarrollada al norte del Perú, es conocida por su cerámica de aspecto rústico, de tendencia escultórica y realista, con decoración blanco sobre rojo y el empleo de pintura negativa. Representaban variados aspectos de la vida diaria y religiosa del mundo Vicús.
La Cultura Moche
Del centro del Perú, desarrolló una cerámica de gran variedad y calidad estética, cuya decoración consistía en el modelado y pintura aplicada para acentuar luces y sombras. Las figuras representadas eran muy realistas, prefiriendo seres humanos, plantas, animales y casas.
La Cultura Nasca, surgida al sur del Perú con influencias de la Cultura Paracas, tiene un gran desarrollo artístico, plasmado en su cerámica policroma que llama la atención por el simbolismo de sus motivos.
Los diseños iniciales son plantas y animales multicolores delineados en negro. Con el tiempo, se aprecia una tendencia hacia la abstracción y mistificación de las figuras representadas.
La Cultura Tiwanaku, ubicada en Bolivia, en el área del Lago Titicaca, es conocida por su importante centro ceremonial, Tiahuanaco, que destaca por su arquitectura en piedra. Es famosa su "Puerta del Sol", cuyo motivo central constituye un símbolo del área de influencia Tawanaku. Su cerámica es de fina factura, con formas propias como el kero, vaso ceremonial. La decoración es pintada e incisa, aplicándose sobre una superficies pulidas y engobadas en rojo. Los motivos de mayor representación eran el felino, la serpiente, el águila, el cóndor, la llama y personajes humanos llevando cetros en las manos.
La Cultura Wari-Tiwanaku
Rodeaba al lago Titicaca, su cerámica de influencia Nasca y Tiwanaku, destaca por su variedad de formas modeladas y motivos policromos. Más tarde, adopta un estilo propio de gran refinamiento con representaciones de felino, halcón, serpiente y cabeza humana. | La Cultura Chimú |, en la costa norte del Perú, es conocida por su estilo cerámico de color negro y brillo metálico, obtenido por el pulido y ahumado de sus piezas, su decoración es modelada e incisa, con todo tipo de motivos.
La Cultura Chancay
Desarrollada cerca de Lima, presenta una cerámica de superficies ásperas por su arcilla y engobes granulosos. Utilizaban moldes, logrando una producción industrial. La decoración es pintada en negro sobre blanco. También destacó por sus tejidos, introduciendo nuevas técnicas como las gasas, brocados y calados de gran maestría.
La Cultura Inca
Constituyó un Imperio que abarcó desde el sur de Colombia, hasta el río Maule en Chile. Con una rígida organización política centralizada en el Cuzco, los incas se caracterizaron por la construcción de ciudades, edificios, caminos y puentes. El camino del Inca o Qapaqñam, es el más amplio de Sudamérica, de tiempos prehispánicos. Su cerámica distingue por sus formas originales de aríbalos y platos y su decoración geométrica.
En el Museo Fonck es posible conocer la alfarería de varias de estas culturas Centro Andinas, principalmente Chimú, Moche y Chancay. También posee ejemplares Nasca, Tiwanaku e Inca. Textiles Nasca, Chancay e Inca. Además de las manifestaciones de arte del Norte de Chile que corresponde al área Sur Andina. Y cerámica del período posclásico de Ecuador que forma parte del área Intermedia, entre el área Andina y el área Mesoamericana.